Calzada y Costa del Gigante

Legendarias historias sobre su formación

Multitud de leyendas fantásticas explican historias sobre la creación de la Calzada de los Gigantes. En todas, la figura central es un gigante, ya que solamente un coloso pudo crear este «gigantesco» sendero. Según una de estas leyendas, un gigante escocés desafió a su adversario irlandés, Finn McCool, a una prueba de fuerza. Para correr al encuentro de su adversario, Finn recogió piedras de sus posesiones en Antrim, en la costa norte de Irlanda, y las dispuso de manera que formaran un sendero hasta el Atlántico. Cuando los gigantes se toparon, el irlandés cogió con una pala un inmenso trozo de tierra y lo arrojó a la espalda del escocés, que se batía en retirada. Al caer al mar, el terrón formó la isla de Man. Y el agujero que McCool abrió en el corazón del norte de Irlanda se llenó con agua para formar el lago Neagh, próximo a Belfast. Según otra versión menos belicosa, Finn McCool, legendario guerrero del Ulster y comandante del mítico ejército del rey irlandés de Tara, se enamoró de una dama gigante en la isla de Staffa, perteneciente a las Hébridas. Para llevar a su prometida hasta el Ulster evitando que se mojara, construyó un sendero hasta Staffa, isla escocesa surgida hace unos 50 millones de años a partir de la intensa actividad volcánica del interior de la corteza terrestre. La lava que originó la isla se enfrió lentamente, por lo que el perfil orográfico de Staffa presenta acantilados y cuevas formadas a partir de columnas hexagonales, de encaje casi perfecto, similares a las de la Calzada de los Gigantes.

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