Ciudad del Vaticano

Basílica sobre el circo

En la antigüedad, el pantanoso y accidentado Vaticanum, situado en la orilla occidental del río Tíber y sede de un oráculo, era uno de esos lugares inhóspitos que es preferible evitar: el historiador Tácito (55-116) advertía que allí era muy fácil contraer la malaria; el naturalista Plinio el Viejo (23-79) hacía constar que en la zona había «enormes serpientes», y el poeta Marcial (40-102) se lamentaba de que el vino de las viñas vaticanas resultaba demasiado ácido. Los tristemente célebres emperadores Calígula y Nerón decidieron instalar allí el circo. En las diversas excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo tan sólo se han descubierto fragmentos de dicho circo y de una necrópolis romana del siglo I d. de C. en la que ya existieron tumbas cristianas.

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