Ciudad vieja amurallada de Shibam

Protección frente a las crecidas

Los altos edificios, situados muy próximos entre sí, están rodeados por murallas de hasta nueve metros de altura, que protegían la ciudad de los asaltos de las tribus seminómadas en busca de riquezas. Al caer la noche el guardián cerraba con cerrojo la puerta de la ciudad y así sus habitantes podían dormir tranquilos.

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