Conjuntos monumentales renacentistas de Úbeda y Baeza

Aspectos en común

La característica excepcional de estas ciudades se encuentra en el hecho de que se estructuraron de manera dual, complementarias e inseparables. Esta dualidad hace que en numerosos aspectos hayan funcionado como una sola ciudad, con sus afinidades y características propias pero también con matices diferenciales, hasta nuestros días. Los centros neurálgicos de Úbeda y Baeza constituyen los primeros ejemplos sobresalientes de la arquitectura civil y el urbanismo renacentistas del siglo XVI en España, y su excepcional diseño responde a la influencia del humanismo tan en boga en la época. Las dos pequeñas ciudades se encuentran situadas a unos 10 kilómetros de distancia, en el valle del río Guadalquivir, en la alta Andalucía, y no muy lejos del sur de Castilla. Su emplazamiento cerca de la frontera entre ambas regiones queda reflejado en sus contrastes, con un tejido urbano de origen árabe y carácter andaluz y unos edificios arquitectónicos de raigambre castellana. Ambas ciudades se convirtieron en fortalezas durante los siglos de dominación árabe, lo que atrajo inmediatamente a población. También en ambos casos cayeron bajo dominio cristiano en época del rey castellano Fernando III el Santo, entre las décadas de 1220 y 1230, y fue el siglo XVI su época de mayor progreso y esplendor. Desde entonces, Baeza adquirió su condición de ciudad eclesiástica y educativa, mientras Úbeda se decantaba por servir de asiento a las clases nobles y aristocráticas, lo que les confiere su inestimable valor artístico como escenario de un completo programa renacentista.

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