Kiev: catedral de Santa Sofía, conjunto de edificios monásticos y laura de Kievo-Petchersk

El inicio de un estilo arquitectónico propio

El gran duque Jaroslav el Sabio hizo colocar la primera piedra de la catedral más importante de la vieja Rusia en el año 1093. En la capital de su imperio, situada al borde de las interminables estepas del Asia central, Jaroslav quería erigir un templo faraónico que subrayara el papel ejercido por la ciudad como puesto avanzado del cristianismo. Para ello eligió una planta en forma de cruz inscrita coronada por una cúpula central. Ése fue el principio de una arquitectura rusa propia, con influencias bizantinas, que fue desarrollada primero en Kiev y después en la segunda ciudad más importante del imperio, Novgorod. La estructura piramidal del templo originario recuerda el tradicional estilo de construcción en madera de la vieja Rusia. Pese a las cinco naves y los cinco ábsides, las dimensiones de la catedral resultan modestas si se las compara con las que presenta la de Santa Sofía en Constantinopla.

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