La iglesia y el Convento dominico de Santa Maria delle Grazie con «La Última Cena» de Leonardo da Vinci

Técnica cuestionada

Los contemporáneos estaban convencidos de que la técnica pictórica empleada por Leonardo era la causante de los desperfectos de la Última Cena. El origen de esta controversia se debía a que, en lugar de emplear el tradicional método de la pintura al fresco, esto es, directamente sobre el revoque de cal todavía húmedo, el artista italiano aplicó sobre el revoco una película de albayalde (carbonato de plomo) y sobre esta base seca esbozó su composición. Seguidamente pintó el grupo en torno a Jesucristo al temple, como si se tratara de un lienzo o una tabla. Por una parte, esta revolucionaria técnica permitía al innovador y perfeccionista Leonardo ir retocando la composición a medida que realizaba su trabajo, hecho no factible en los frescos, donde la pintura debe aplicarse antes de que el revoco se seque. Sin embargo, mientras que en la pintura al fresco los colores quedan unidos indisolublemente a la pared, la capa de pinturas al temple no pudo adecuarse a un fondo insuficientemente preparado, por lo cual se agrietó. A ello cabe añadir que la humedad del refectorio agravó enormemente la situación.

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