Muro de Adriano

Muros de tierra y turba

A mediados del siglo I, y tras algunos avances desafortunados en territorio galés, el general Agrícola mandó levantar varios fortines entre los ríos Tyne y Solway; no obstante, resultaron ser insuficientes para defender favorablemente la línea defensiva bautizada como «Muralla Antonina». Así pues, bajo la dirección del enviado imperial Aulio Platorio Nepo, fue necesario construir más al sur, entre las costas oriental y occidental, una muralla defensiva (limes) de 118 kilómetros de longitud. El muro tenía una altura de 6,5 metros y un grosor de 3 metros. Los trabajadores excavaron por un lado un profundo foso y por el otro un hoyo menos profundo (Vallum) que se extendía a lo largo de unas 80 millas romanas desde Wallsend, a orillas del río Tyne, hasta Bowness, junto al Solway Firth.

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